El campamento educativo diseñado para jóvenes en cumplimiento de sanciones o medidas en el marco de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, ofrece a los participantes la oportunidad de desarrollar habilidades sociales para la vida en un entorno seguro y positivo, mejorando sus perspectivas de inclusión social.
La Asociación Cristiana de Jóvenes, a través de su Corporación de Desarrollo Social ACJ, ha dedicado sus esfuerzos y recursos a brindar soluciones innovadoras para la población infantojuvenil en riesgo social, consolidándose como pionera en el desarrollo de programas socioeducativos de gran calidad. Entre sus exitosos programas, se destacan los campamentos educativos, que han beneficiado a centenares de niños y jóvenes, facilitando su inclusión social y propiciando una vida plena y satisfactoria.
Tras un periodo de dos años de espera, a causa de la urgencia sanitaria por Covid19, la Corporación de Desarrollo Social ACJ se complace en retomar su tradición institucional de implementar el «Campamento de Entrenamiento Intensivo en Habilidades Sociales para la Vida”. Este campamento, diseñado para jóvenes entre 16 y 18 años, tanto chilenos como extranjeros cuya situación migratoria esté regularizada, brinda una oportunidad única a aquellos chicos que se encuentran ejecutando sanciones o medidas en el marco de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, derivados a la Corporación de Desarrollo Social de la Asociación Cristiana de Jóvenes.
Del 6 al 10 de marzo del 2023, nueve jóvenes provenientes de diversas comunas de Santiago y San Fernando tuvieron la posibilidad de participar en un programa intensivo de entrenamiento en habilidades sociales. Durante estos días, los jóvenes pudieron autoevaluarse, fortalecerse e incorporar nuevas competencias sociales a través de una serie de talleres, refuerzos intensivos y actividades al aire libre.
Los adolescentes, además, disfrutaron de una excursión en Villa Río Blanco y un recorrido por la impresionante cordillera de los andes y la histórica ruta del ferrocarril Trasandino de Los Andes-Mendoza, lo que sin duda se destacó como uno de los momentos más memorables para los participantes. Esta experiencia no sólo permitió a los jóvenes mejorar sus destrezas sociales, sino que también les brindó una ocasión única para conectarse con la naturaleza y disfrutar de experiencias enriquecedoras que contribuyen significativamente a su bienestar y crecimiento personal.
“La caminata por el tren trasandino es una de las tres actividades que más me gustó. Aprendí a buscar cosas con el GPS (georreferenciar) y sobre el cuidado de la montaña”, comenta el joven de iniciales B.S.A., del programa Libertad Asistida Especial San Bernardo.
Durante su estadía en la alta montaña, los jóvenes tuvieron la valiosa oportunidad de aprender de la experiencia de vida del señor Salvador Ayala, arriero, cabrero y vaqueano de la zona. Él les habló sobre las dificultades y desafíos de vivir en la cordillera, así como la importancia de respetar la naturaleza y sus señales. Además, los chicos participaron en una olimpiada de integración en Ojos de Agua, donde se pusieron a prueba en dinámicas que fomentaron el trabajo en equipo y la asignación de tareas. También practicaron kayakismo en la Laguna del Inca, una actividad deportiva que no sólo mejoró su salud física y mental, sino que les permitió disfrutar de un entorno natural y compartir con sus compañeros. Todo esto se suma a las actividades del programa intensivo de entrenamiento en habilidades sociales, que buscó fortalecer y mejorar las competencias sociales de los jóvenes, proporcionándoles herramientas útiles para su vida diaria.
Los adolescentes participantes no escatimaron en elogios al evaluar esta increíble iniciativa, destacando con entusiasmo la exquisita riqueza, la amplia variedad y la elevada calidad del programa de actividades que les brindó una experiencia inolvidable y enriquecedora. Expresaron su profunda gratitud por los valiosos aprendizajes alcanzados durante su participación, que les permitieron fortalecer sus habilidades sociales y autoevaluarse de manera positiva.
“En este campamento aprendí a tener autoconfianza en mis capacidades, a escuchar y conversar con las personas sin enojarme”, escribió el adolescente de iniciales A.S.S., del programa Libertad Asistida de San Bernardo.
La Corporación de Desarrollo Social ACJ, por su parte, no dejó de agradecer a todas las personas e instituciones que colaboraron en la implementación de esta noble iniciativa, especialmente al señor Patricio Arancibia, Avalanchista, Instructor y Dirigente Comunitario Rio Villa Blanco, al señor Salvador Ayala, arriero, cabrero y vaqueano, y al ilustre señor Germán Olivares, docente de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y encargado de Piscicultura Federico Albert Taupp, Río Blanco – Los Andes. Su compromiso con la comunidad y, en particular, con los niños y jóvenes que más lo necesitan, es simplemente admirable. La ACJ extiende su más sincero agradecimiento por su invaluable colaboración en esta emocionante aventura en la montaña.