Adolescentes del Programa Libertad Asistida Espacial Provincia del Maipo, desafiaron la adversidad en una ceremonia que marcó el triunfo sobre la marginación educativa. Una celebración de logros en colaboración con la Fundación Tierra Esperanza, donde historias de superación se entrelazaron en el Centro Cultural Víctor Jara, el pasado 4 de enero.
En la carrera de la educación formal, donde cada paso es una lucha contra la marginación y la adaptación al sistema convencional, un grupo valiente de jóvenes emerge victorioso. En una sociedad que exige herramientas formales para la inclusión educacional y laboral, estos adolescentes se alzan como ejemplos vivos de superación, desafiando las expectativas en un entorno altamente competitivo.
En las dependencias del Programa Libertad Asistida Especial San Bernardo, ahora rebautizado como PLE Provincia del Maipo, la historia se entreteje en colaboración con el programa ASE (Apoyo Socio Educativo para jóvenes Infractores de Ley) de la Fundación Tierra Esperanza, donde dieciocho jóvenes, enfrentando de frente situaciones de marginación y retraso educativo, culminaron con éxito sus procesos educativos. Un logro destacado, celebrado con pompa y circunstancia en una ceremonia que tuvo lugar el 4 de enero del presente año en el escenario del Centro Cultural Víctor Jara de la Comuna de la Cisterna.
La ceremonia, más que un simple acto protocolar, se convirtió en un tributo a la perseverancia, donde estos jóvenes fueron el centro de atención, rodeados de sus familias, amigos y los dedicados profesionales que los guiaron en su travesía educativa. Un espectáculo de orgullo y emoción, donde cada rostro iluminado contaba la historia de una victoria personal y colectiva.
En el horizonte del Programa PLE Provincia del Maipo, se alza como un símbolo vibrante de esperanza y logros. No solo es el programa con el mayor número de jóvenes incorporados a sistemas de apoyo e inserción educacional, sino que también exhibe un impresionante grado de éxito en sus procesos educativos. En el segundo semestre del año 2023, veinticinco jóvenes conquistaron sus metas a través de modalidades diversas, desde la educación regular hasta el programa ASE (Educación Flexible) y dos jóvenes alcanzaron las alturas de la Educación Superior.
La inclusión educacional, para estos jóvenes y para muchos más que se sumarán a esta travesía, no es simplemente una meta académica, es un espacio de restitución de derechos que se expande consciente y sistemáticamente. Es un foco que ilumina los entornos educacionales, familiares y comunitarios, marcando el camino hacia una sociedad más justa e inclusiva. En este escenario, la Corporación de Desarrollo Social y la Fundación ASE desempeñan un papel crucial, tejiendo los hilos que conectan estas historias de triunfo educativo.
Así, en medio de la celebración y el reconocimiento, estos jóvenes no solo cierran un capítulo educativo, sino que abren las puertas a un futuro lleno de posibilidades. Sus logros son testimonios vivos de que, con el apoyo adecuado y la voluntad inquebrantable, no hay barrera insuperable. La educación, entonces, no solo es el medio para adquirir conocimientos, sino la llave maestra que desbloquea el potencial y libera el espíritu de aquellos que, contra viento y marea, decidieron forjar su propio destino educativo.