Escuela de Fútbol de la ACJ gana 4-1 a Colo-Colo Conchalí en vibrante partido amistoso

Un encuentro clave en la formación de jóvenes, donde el deporte demostró ser una herramienta de transformación social.

El 22 de agosto, los primeros rayos de sol iluminaban tímidamente la cancha de Conchalí, anunciando la cercanía de la primavera. Aunque el invierno no se había despedido del todo, el ambiente futbolístico calentó rápidamente el encuentro entre la ACJ y Colo-Colo Conchalí. Fue un emocionante enfrentamiento entre la Escuela de Fútbol de la Corporación de Desarrollo Social de la ACJ y la Escuela de Fútbol de Colo-Colo Conchalí.

Si bien, el calor aún no se asentaba completamente, el entusiasmo en la cancha compensaba la frescura del día. El partido, parte de la planificación anual de la ACJ, reunió a 15 jóvenes de diversos programas de responsabilidad penal adolescente de la Corporación, quienes se enfrentaron a un equipo dirigido por William Alarcón, exjugador de Colo-Colo y padre del actual futbolista del Club Huracán de Argentina.

El marcador final fue un contundente 4-1 a favor de la ACJ, pero la victoria no fue fácil. El equipo se fue al descanso perdiendo 1-0, lo que exigió ajustes estratégicos y un cambio de actitud. Bajo la guía de Alfonso Neculñil, exfutbolista de los años 80 y compañero de Alarcón en Colo-Colo, los jóvenes del ACJ reorganizaron sus filas, saliendo al segundo tiempo con renovada energía y determinación. Los cuatro goles que lograron en la segunda mitad fueron muestra clara de su capacidad para superar la adversidad.

Estos partidos están en función de apoyar los procesos socioeducativos de los jóvenes», comentó Renato Poseck, coordinador deportivo de la Escuela de Fútbol de la ACJ. «A través del deporte, es posible que adquieran herramientas como el respeto por las normas, la disciplina, el compromiso y la tolerancia a la frustración”. El encuentro fue, sin duda, un ejemplo de cómo el deporte puede convertirse en un motor para el desarrollo de habilidades sociales y la superación personal.

El saludo afectuoso de William Alarcón al final del partido fue un reconocimiento al esfuerzo y al cambio de actitud de los adolescentes, quienes demostraron que, frente a la adversidad, siempre es posible remontar.