Chile en Fiesta: PLA ACJ Oriente celebra las Fiestas Patrias con sabor y compromiso

En un rincón de la comuna de Santiago, la Corporación de Desarrollo Social se tiñó de la esencia de Chile. El pasado 14 de septiembre, el salón de reuniones de la sede central, ubicada en Santa Isabel N°345, se convirtió en un remolino de cultura, risas y vínculos reforzados, gracias al programa de Libertad Asistida Simple (PLA) ACJ Oriente.

El lugar, por fuera, parecía un simple edificio más de la comuna, pero por dentro, se había transformado en un festín de colores, sabores y tradiciones. La bandera de Chile ondeaba con orgullo, mientras las mesas se llenaban de empanadas de pino, mote con huesillos y dulces autóctonos, como si la misma esencia de la nación se hubiera materializado allí.

Sin embargo, este evento no se trataba sólo de comida y decoraciones folklóricas. Más allá de los platos típicos y las bebidas tradicionales, se gestó un compromiso profundo, un puente entre generaciones y realidades diferentes. En ese rincón, 19 jóvenes, acompañados por adultos responsables, familiares y amigos, se sumergieron en una experiencia única.

Las profesionales del programa PLA ACJ Oriente, con un compromiso inquebrantable hacia el bienestar de sus usuarios, diseñaron una serie de dinámicas y juegos que, bajo la sombra de la cordillera, marcaron el rumbo de un día inolvidable. Las risas se mezclaban con los aplausos, mientras la confianza y los vínculos se fortalecían.

En esta celebración, el programa no sólo festejó las raíces chilenas, sino también su firme compromiso de convertir las intervenciones del proyecto libertad asistida en una senda hacia el crecimiento y el apoyo mutuo. En un mundo donde la velocidad a veces parece ahogarnos, este evento fue un recordatorio de que la esencia de la humanidad, la calidez de la solidaridad, siempre encuentra su espacio.

En ese rincón inesperado de Santiago, la Corporación de Desarrollo Social ACJ desencadenó una manifestación de aquellas cualidades que la definen: la promoción del uso adecuado del tiempo libre, la creación de vínculos sólidos y la consolidación de la confianza. Sin embargo, en medio de las risas y los vítores, se gestó una transformación mucho más profunda: una guía hacia la educación y la restitución de derechos, cuyo propósito fundamental es forjar vínculos más fuertes en una comunidad que se ha comprometido a no dar la espalda a quienes más necesitan apoyo,

En un mundo que puede ser implacable, este tipo de actividades, son un faro de esperanza, que recuerdan que siempre hay una oportunidad para redimirse, para aprender, y para volver a ser parte activa de una sociedad que, de alguna manera, pudo haber fallado, pero que también puede brindar una segunda oportunidad.